miércoles, 10 de septiembre de 2008

Bio-bibliografía

Nació en San Nicolás de los Arroyos (provincia de Buenos Aires, Argentina) en 1963, lugar donde reside.

* Es Profesor de Historia y Empleado Judicial.

* Fue miembro fundador del Grupo Literario “Disámara”, de la Agrupación Nicoleña de Jóvenes Escritores (ANJE) y de la Asociación de Escritores Nicoleños (AEN).

* Fue Presidente de la Seccional San Nicolás de los Arroyos de la Sociedad Argentina de Escritores (S.A.D.E.) entre los años 1992/1994.

* Fue Director de la Escuela Municipal de Lengua y Literatura “Andrés del Pozo” dependiente de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Nicolás de los Arroyos, entre los años 1991/2001. En ella coordinó el “Taller de Expresión Poética”, fruto de esa experiencia fueron las antologías editadas “Al filo de los nombres”; “Perfiles del fuego”; “Tijeras en el viento” y “Ángeles de sobremesa”

* Desde 1994 a la actualidad es co-director del Sello Editorial sin fines de lucro Yaguarón Ediciones, con las de 100 libros editados, muchos de ellos han sido acreedores de elogiosos comentarios de instituciones culturales de América, y Europa. Con dirección en Internet en: www.yaguaronediciones.blogspot.com

* Desde 1991 a la fecha es coordinador de talleres literarios, tanto en San Nicolás de los Arroyos (Taller de Narrativa “Roberto Arlt” y Taller de poesía “Oliverio Girando”, como en las ciudades bonaerenses de Ramallo (Taller Literario “Rafael Obligado”) y Campana (Campana Amanecer Literario). Producto de esa experiencia son las antologías “Nueva narrativa de San Nicolás”; “Los caminos del día” e “Identidad de agua”.

* Fue presidente de la Comisión de Homenaje al Acuerdo de San Nicolás y la Constitución Nacional, habiendo promovido la publicación del libro “El acuerdo de San Nicolás y su proyección histórica” (Yaguarón Ediciones, 2005). Actualmente es vocal de dicha Comisión.

Ha editado en libros los siguientes poemarios:
POEMAS DEL CABALLO AZUL
(Premio Publicación del Fondo Editorial de San Nicolás, 1989)

GATO DE PIEL LUNAR
(Yaguaron Ediciones, 1996)

VICIO DE MANOS
(Mención de Honor en el Certamen Nacional de libros de poemas “Fundación Acero Manuel Nicolás Savio”, Yaguarón Ediciones, 1999)

PALABRA LÁZARO”
(Contiene los poemas que obtuvieron el Primer Premio Nacional de Poesía en el Certamen “250 años de la fundación de San Nicolás de los Arroyos”, 2002).

TEXTURAS POSIBLES
(Botella al mar, 2010)

"AL TEMBLOR DE LA HOGUERA"
(Yaguarón Ediciones, 2011)

* Su obra, tanto poética como narrativa, ha sido recogida por numerosas antologías, revistas, diarios y páginas web del país y el extranjero.

* Brindó charlas y conferencias en diversas ciudades del país, como así también en el exterior: en Asunción del Paraguay, Paraguay (Casa de la Embajada Argentina); Montevideo, Uruguay (Hotel América) y en Lima, Perú (Academia Preuniversitaria “Cesar Vallejo”; ANEA -Asociación de Escritores y artistas del Perú- y en el Paraninfo de la Universidad “Federico Villareal”).

* Sus poemas han sido parcialmente traducidos al italiano, francés, inglés, alemán, servio, croata, ruso, guarany, italiano, catalán y portugués.

* Desde 1983 a la fecha, ha sido organizador de innumerables ciclos culturales, recitales poéticos, paneles debates, mesas redondas de literatura, certamen de literatura, conclaves y encuentros de escritores.

* Por su obra poética y narrativa ha merecido más de cien premios literarios, muchos de ellos a nivel internacional, nacional y provincial.

* Desde marzo de 2006, edita la Hoja Virtual de Literatura “POEMANIA...la manía del poema”, que se difunde en Latinoamérica, Europa y Asia. Su dirección en Internet son: www.poemaniainventario.blogspot.com y www.poemania-mesadelibros.blogspot.com

* En el 2007, recibió el premio "Raíces" otorgado por la Fundación "Roberto Fernández Viña" por su trayectoria literaria.

* En el 2008, recibió el premio "Hombres que honran" por su intensa actividad cultural, por parte de la Liga Argentina de Amas de Casa.

* En el año 2008, ideo, organizó y llevó a cabo la “PRIMER ANTOLOGÍA DE POETAS DE SAN NICOLÁS” en Internet, la cual tiene, hoy día, más de 23.000 visitas. Su dirección en Internet es: www.poetas-de-sannicolas.blogspot.com

* En el año 2009, bajo el sello Yaguarón Ediciones, editó el libro titulado: “GIUSEPPE ROLLINI:LA SALVADORA GRATITUD DEL AMPARO”, primera de sus investigaciones históricas que se edita.

* En 2012, obtuvo el premio PUMA DE PLATA otorgado por la Fundación Argentina para la poesía.

martes, 9 de septiembre de 2008

Poemas del libro "AL TEMBLOR DE LA HOGUERA" (Yaguarón Ediciones, 2011)

"Coincido con usted en el camino que ha elegido para escribir poesía: economía, precisión, rigor al servicio de cierta metafísica muy densa y profunda; el tiempo, el declinar pero sin palabras 'poéticas' que enturbian la poesía. Debo decirle que sus poemas me gustaron..."
NOÉ JITRIK

""Creo que estás logrando el poder, ése que todos soñamos, de decir mucho, mucho, con poco. Mejor dicho: con poca materia. Me siento muy atraído por tu propuesta, inteligente, sin caer (que eso suele ser) en intelectualismos ni 'conceptismos'..."
JORGE ARIEL MADRAZO

"Piero, has descubierto el mundo con la mirada de un verdadero poeta..."
ESTER DE IZAGUIRRE

"Su mirada de poeta íntegro no deja escapar ninguno de los llamados del alma, los que transcriben un lenguaje cabal, anecdótico y sobrio. Le aseguro que no es habitual encontrarse con un creador de su estirpe: leal, medido, generoso, con su intima campana..."
LUIS RICARDO FURLAN




ritual del observador


“¿qué puedo hacer si puedo hacerlo todo
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?”
Jaime Sabines


parado en el patio de mi casa
la noche me devora
en un abrir y cerrar de sombras

las estrellas  
que son dientes
me mastican sin pudor

puedo sentir como su aliento
me inunda los costados:
soy un trozo de hombre
en sus fauces oscuras

deglutido y huérfano
finalmente escupe mis pedazos
me lleva días y días
juntarme y unirme a la vez
días y días
parado en el patio de mi casa





libro dedicado por Pedroni



yo sé José
que este libro
es algo más que una cáscara de árbol
ajada por el tiempo

sé que tus poemas
amortiguados en el negro de la tinta
danzan su noche
como esporas que el aire disipa
en inútil presagio de voces y olvidos

sé también que tus dedos
recorrieron sus entrañas
y que tus ojos
rodaron en idéntico abismo
en idéntica sal
hasta ser hoy
en mis ojos
prolongaciones que invitan
al temblor de la hoguera

muerde la vida en este siglo José
y al bautismo de tu palabra
desangra el poema
su pesadilla de hambre y soledades

un nombre
una dedicatoria
un año y tu letra manuscrita
siendo fuego de racimo en la madera

no es un libro más José
y lo sabemos...
también es el instante de vida
que lo tuvo en tus manos
que acarició la pluma
para preñar la hoja con tu escritura
esa saliva airosa que desnudó sus páginas
y ese aleto de luces
jugando en el otoño
setenta años después
como si nada



desnutrición infantil


miente la primavera
miente descaradamente
no puede robarse el color
ni la imagen del hombre
guareciéndose en el fuego…

un niño
arde en su infancia
de juguetes y puñales:
miente la primavera
miente descaradamente



denario

a Miguel Angel Migliarini


Tiberio
jamás pudo imaginar que su cara
(retratada de perfil en la moneda)
jugaría a ser fuego entre dedos celestiales

tampoco pudo imaginar
que el mismísimo hijo de Dios
osaría preguntar por su nombre
dos mil años atrás
cuando un imperio
era el pañuelo del mundo y Judea
algo así como el espejo
donde se refleja la espada

no
el hijo adoptivo de Augusto
nunca pudo imaginar que su muerte
(asidas a su cuello las manos de Macrón)
no era más que un vuelto
a esa moneda que en los años
sería el tributo al no tributo
algo así como darle al hombre
lo que se merece

refugio de orgías y traiciones
un denario resguarda en su memoria
el latido impreciso de los siglos:
Roma ya no es Roma
Tiberio
ni siquiera polvo del polvo...

y la historia
(intransigente, voluptuosa, fugaz)
escribe sus palabras en la arena
sabiendo que al César
finalmente se le ha dado
lo que es del César...



la campana

“Sacan de la venta  la campana que habría usado Colón,
La pieza supuestamente estaba en la Santa María.
Fue encontrada en 1994 entre los restos
 de un naufragio...”
LA NACIÓN, 18.02.03


interrogada por el juez
el testimonio que los actuarios certifican
es el siguiente:
yo estuve allí
y hervía como mandioca en fuego
cuando el almirante
tañó mi vientre
aferrando su puño en el badajo

estuve allí
y sentía el hedor de la piel ibérica
apretujada como un banco de sardinas
en una cáscara de nuez
no más grande que un burdel de puerto


allí
en el exacto medio entre el cielo y el mar
entre la historia y sus razones
entre ellos

yo estuve allí
cinco siglos atrás
describiendo la redondez de la naranja
exprimiendo su jugo

estuve allí
vomité el aroma de sus orines oscuros
sus cascos
sus podredumbres
sus espadas y lanzas confiscatorias

allí
donde la turba desenvainó su falo
afiebrado y famélico
dispuesto a reventar las ubres
pronto a eyacular

yo estuve allí
¡qué joder!
y me arrepiento...



bibliothekai alexandria


seguro de sí mismo
Calímaco de Cirene
posa sus ojos en un universo errante
no lo apabulla el contenido
lo desvela esa necesidad de tenerlo a mano
de darle un orden
una alfabética forma de registrar la memoria

con sus dedos acaricia
metafóricamente
cada estantería
cada pinakoi
y lo conmueve el murmullo de nombres
de creencias y ritos
huellas ancestrales que depuran
los guijarros de una raza
alejándose del simio

más tarde
reordena con paciencia los rollos
y del catálogo
navegan a sus anchas las voces del hombre nuevo

para él
no es utópico pensar que el mundo
quede reducido a esas tablas
para él no hay idiomas
lengua o balbuceo
que detenga la comprensión de lo vivido

satisfecho
exhausto pero íntegro
Calímaco descansa al terminar el día
sabiendo que la luz
no solo proviene de los astros
sino que cada lámpara
estalla seminalmente en la escritura

entonces
el bibliotecario duerme...
y en su sueño
el fuego lo desborda
condena a la ceniza toda pretensión del saber
una historia que
por humana
merece ser habida

lejos de las premoniciones
el hombre de Cirene despierta
la mañana le devuelve la algarabía de los pájaros
y el mar
eterno e imponente
se cuela nuevamente en su nariz
con ese mismo olor
de las cosas perdurables...

 cucaracha en peatonal Córdoba


áspera
instintiva
rompiendo el molde de su reputación terrestre
huía -frenética barca que naufraga-
hacia ninguna parte

con habilidad de flecha
aunque torpe en su brújula animal
se aferraba a los dibujos de la vereda
como un simio se aferra
a la rama de su especie

millones de pies
-para ella eran millones -
sorteaban su sentencia de muerte
ante rostros impávidos
ajenos al tormento que supone
la asimetría de esta contingencia

por momentos
pensé
que para el mundo
su vida
era sólo una diástole en el corazón del segundo

por momentos
intuí
que poco le importaba
los mitos y fábulas
construidos a partir
de su tozuda voluntad de supervivencia

eso pensé
eso intuí
hasta que el morado rectángulo de su morfología
crujió en la suela de mi zapato
enhebrando un ruidos más
en la febril hecatombe
de los ruidos humanos

la carrera impiadosa llegaba a su fin
como llega a su fin este poema:
apocalíptico para su recuerdo
misericorde por donde se lo mire

(Rosario, enero de 2007)



la Biblia, al revés


diseñada así
con esta manera injusta de barajar los naipes
la humanidad es solo un temblor
una amarilla edad
para los marginados



30 de diciembre de 2006, 6:00 a.m.


con la soga al cuello
Saddan espera

el frío que antecede a la mañana
lo envuelve
y descuenta que este invierno
será distinto a tantos otros en Bagdad

hecho racimo en su oscuro tapado
e inmutable como un agua retenida
capta con los ojos
el ritual de sus verdugos
solo tiene en mente unas palabras
y el olor de los damascos
en la lejana Tikrit

una bufanda en la garganta
interpone la piel al lazo punitivo
y la ejecución es un número más
en este circo de petróleos
matanzas y químicas experiencias

lo demás
lo conoce
sus pies flotarán sobre la base arrebatada del cadalso
y ese aire fresco de la madrugada
negándose a entrar en sus pulmones
marcará el fin

filmadoras y celulares de la post modernidad
devolverán su imagen suspendida en el vacío
y las noches ya no serán mil
ni una
sino infinitas
en el manto de Alá

con la soga al cuello
Saddan espera...
la historia también



contemplación de la levedad


en el pulmón de la tarde
cae la hoja del árbol y su resina
moja la memoria del verde…

leve
muy leve
apenas una pluma en los brazos del viento
va perdiendo altura
zigzagueando entre frondosas distancias
resignada a la caída
como un planeta se entrega
a su órbita de luces y vacíos

es increíble como mis ojos caen con ella
y se demoran en el adiós de los hombres
pero es su adiós vegetal
es el que muere en la tormenta
gota y savia en el dibujo de la lluvia
sola
ajena a todo nacimiento

cae la hoja del árbol
y entierra su nervadura de soles
donde una vez fue ceguera
                              júbilo
                              patria de raíces
                              aire y semillas

del obituario hasta su nombre
solo el recuerdo grabará esta hora
solo el recuerdo
y este poema



miércoles, 9 de enero de 2008

Poemas del libro "TEXTURAS POSIBLES"




Claridad perpetua
(A manera de prólogo al poemario: texturas posibles)


Con este poemario, Piero De Vicari, [San Nicolás, provincia de Buenos Aires, Argentina], infatigable promotor cultural, con una energía y poética inconfundible, ha editado, Poemas del caballo azul, 1989; Gato de piel lunar, 1996; Vicio de manos, 1999; Palabra Lázaro, 2002. Además, sus poemas han sido traducidos al italiano, francés, inglés, alemán, servio, croata, ruso, guaraní, italiano, catalán y portugués.
En la claridad de su poesía, el poeta medita sobre diversos personajes y temas, quizá como un reverso —otra manera de ver o de vincularse a otras aguas del mismo río, si esos ríos tuviesen otros desagües u otros deltas.

Texturas posibles, se ha convertido en el hilo conductor de si no hubiera sido tal cosa, sería ésta. El autor recurre a ciertos personajes de la historia y los recrea en el ámbito de su propia emoción y de este tiempo de memoria dolorida. Desde el mástil de palabra, Piero nos envuelve con la llama humana del alma y sus cauces. Me recuerda, sólo por mera referencia, a Paul Èluard en Poèmes pour des artistes, sobre todo aquellos poemas dedicados a Picasso, entre los que destaco dos versos: “Entoure ce citron de blanc d'œuf informe/ Enrobe ce blanc d'œuf d'un azur souple et fin”. O, inclusive, los dedicados a Bretón: provenientes de: “La vie immédiate”, “ Les yeux cernés à la facon des châteaux dans leur ruine/ Une bure de ravins entre elle et son dernier regard ”.

Piero De Vicari se siente en Texturas posibles, [cuya definición aclaro:“El término textura refiere a la sensación que produce al tacto el roce con una determinada materia y en el cual el sentido del tacto es el principal decodificador de la misma, ya que es el vehículo o encargado de producir la sensación que ostente la textura en cuestión: suavidad, dureza, rugosidad, entre otras”.] en su recorrido existencial, arrojado al mundo, empujado hacia el golpeteo de la sangre, a la entraña desandada de otros rostros, como: Simón bar Joná, Juan Melchor Bosco, Edgar Allan Poe, Rodrigo de Triana, Luigi Pirandello, Louis Armstrong, etc., sólo para mencionar a algunos que han marcado de una u otra forma a la humanidad.

Este puzzle de horizontes se compone de recuerdos vitales para el poeta, revestidos por los molinos de viento de la diafanidad. Vértebras a fin de cuentas de la contextura humana. En Notas de Andar y Ver, don José Ortega y Gasset, nos explica estos pretéritos esenciales: “El valor que damos a muchas de las realidades presentes no lo merecen éstas por sí mismas; si nos ocupamos de ellas es porque existen, porque están ahí, delante de nosotros, ofendiéndonos o sirviéndonos. Su existencia, no ellas, tiene valor. Por el contrario, de lo que ha sido nos interesa su calidad íntima y propia. Y así, en puras carnes, es cuando comienzan a vivir de su vigor esencial”. Intrínseca es la desnudez del pensamiento, admirable el atavío de la sinceridad, la condensación inagotable, la altura hacia la novedad, el espíritu creador de la memoria a través de la palabra. Piero, tiene, digamos, el delicado y minucioso trabajo de ensayar los sueños y las historias con memorable madurez.

En Louis Armstrong, nos dice: “estarás allí, sentado/ con tu trompeta en la boca/ ensayando dulces acordes de jazz/ de un mágico jazz que presagia/ el futuro inexorable”. El poeta reinventa, a menudo; desvela el juego de los sueños para instalar otros; profana ciertos significados para ahijar otras tentaciones refrescantes. En el poema “Telescopio espacial Hubble”, con las estribaciones de su imaginario y la civilización como una sombra íntima, De Vicari, nos expresa: “un ojo más allá del ojo/ (la forma precisa con que los dioses nos vigilan)/ eso habrías sido/ de no haber sido el brazo robótico del astrónomo/ señalando, a distancia, el límite inasible”.

Es posible, siempre, imaginar otros personajes, otros acontecimientos, —frescos círculos con los fideos de la historia; otros elementos palpitantes en nuestras vísceras; otras verdades donde el karma encuentre puertas diáfanas; pero este mundo nos marca: son a menudo, símbolos pavorosos en el espejo. Tensas utopías de la esperanza. Aire que respiramos en los fuegos cruzados de la historia. Piero nos traslada en este poemario, inclusive, hasta las “Tumbas reales de Petra”, para advertirnos que “de no haber sido un farallón/ tallado en el centro de la nada/ habrías sido el nido tutelar/ de las aves migratorias”. Piero sabe, —como lo advertía don Juan Ramón Jiménez en “Eternidades”—, “arrancar la melodía última, la última luz al pensamiento”.

Dicho lo anterior, la poesía de Piero De Vicari, en general, es un vuelo de ebanista; su palabra ha alcanzado el palmo solar de lo inefable; los fósforos de un destino cuyos papeles brillan en las ventanas del amanecer y no, en la sordidez prevaleciente de los túneles. Su poesía se yergue: una acuarela cuasi de lo profético, misterioso jardín del devenir. Libro éste simbólico, con matices de luz y sombra. Eterno vaho de la luz de todos los tiempos. Mery Sananes, refiriéndose a León Felipe, —y que traigo a propósito aquí, — advierte: “El mundo es como una máquina a la que se le ha acabado la cuerda. Para ponerla a funcionar el hombre deberá depositar en ella una estrella. Una estrella nueva de paladio, fósforo e imán”. Piero ha comprendido que también la poesía es, a más de descubrimientos, de valoraciones, comprender el mundo y sentir su vivir.


Sin duda, Texturas posibles, es un poemario gestado en el navío de los propios derroteros que el poeta se ha propuesto: Libro creciente y de trazos afilados. Libro de humanos destellos, de cornisas y manantiales, de ceniza transpirada hecha inmemorial ungüento, porque a fin de cuentas, la poesía es esa otra realidad reinventada en los balcones del paisaje. Es la luz imaginada en los relojes de Magritte. El poeta desabriga para abrigar con nuevo talante, no sólo la palabra, sino la gota de jade de cada cripta sigilosa.



André Cruchaga,
Barataria, 30.XII.2009




Sacsayhuamán
(fortaleza ceremonial inca)





de no haber sido roca ensamblada
en babélica destreza
habrías sido un ínfimo capullo
de trébol sosegado

tan ínfimo que harías parpadear
los astros y los bulbos cebollares
y las ancianas menopáusicas
y el centeno
con su rubor de cerco megalítico

aún así
entrarías en las entrañas de extramuro
mínimo capullo
como dios de risueña ceja
destetando miedos de basalto y níquel

y volarías
(leve, muy leve… ¡ casi un suspiro!)
por montes, cordilleras, mares transparentes
para terminar siendo una aguja
una fina e imperceptible aguja
en los juanetes
del mismísimo Pizarro




Guitarra


de no haber sido rostro de cuerdas y madera
tu cuerpo habría sido un dado
de tosca cuneiforme
un dado de seis besos, de seis
orgasmos repartidos
entre la noche, entre las tumbas
que recortan poderosas nimiedades
casa mortuoria donde Adán aún lloriquea
sin su costilla insensible

oceánico dado, hispánico, meditabundo
lanzado al vacío de los dedos
golpeando los rincones de la sed
de esa furiosa vagina que es tu nada
con su falo-mástil
con su lengua-mástil
con su cara de verde
verdosidad amazónica

un dado con cuerpo de mujer
un fuego
la chispa de ese fuego





Río Paraná


de no haber sido cauce de tribus cimarronas
una melena oscura rondaría tu nombre
cálida espuma que inventa
en nosotros
otros fuegos penitentes

cítrico serías
desolación de barro
sobre esteros firmes
dedos ovillando el omóplato del trueno
estos ojos que conocen de luciérnaga
perros olfateando
entre feroces cañaverales
corredores de miel y de crótalos
donde la palabra llega
para quedarse
donde la palabra es muerte
quizás olor
o sólo sombras de oleaje
y caballares

de no haber sido río
habríamos paridos dioses
para crearte







Louis Armstrong


de no haber sido una trompeta
aferrada a la boca de un hombre negro
habría apostado que serías un ángel
ensayando para el juicio sumarísimo
del último día

pero no, por supuesto que no
si una trompeta no tiene alas
ni tu boca tiene hebras de tramas celestiales
¿cómo creer que serías un ángel bajado del cielo,
del triste cielo de los negros
que reciclan la miseria
en el alegre cielo de los blancos?

ah Louis, nadie desconoce
la existencia de los ángeles
ni que Dios es daltónico
cuando juega a los dados

sin embargo
estarás allí, sentado
con tu trompeta en la boca
ensayando dulces acordes de jazz
de un mágico jazz que presagia
el futuro inexorable




Telescopio espacial Hubble



un ojo más allá del ojo
(la forma precisa con que los dioses nos vigilan)
eso habrías sido
de no haber sido el brazo robótico del astrónomo
señalando, a distancia, el límite inasible

sabes que el corazón del hombre es una semilla
y tu corazón, raíz purpúrea de la aurora boreal
metal, cuarzo y órbita son tus días
repetida maniobra en la matriz
redentora del autómata

habrías sido un ojo más allá del ojo
lo que equivale a decir
una retina más allá del azúcar
un iris recreando la ceniza
una pupila en la proximidad de lo que somos

dueño de un espacio que fluye hacia nosotros
boca de luz en la marea insondable
busco en el cielo
tu cintura celeste
tu renovado ulular de insecto
el espejo que nos devuelva
la cara de una cara
mirándonos, sorprendida,
en la delgada instancia de la nube





La escritora Concepción Bertone, junto al poeta Piero De Vicari, durante el análisis del libro, en la presentación de "Texturas posibles" (2010)



Parte del público que asistió a la presentación del poemario "Texturas posibles" de Piero De Vicari

martes, 8 de enero de 2008

Poemas del libro PALABRA LÁZARO


"Palabra Lázaro"
Yaguarón Ediciones, noviembre de 2002

Reúne (junto a otros trabajos) los poemas que obtuvieron el Primer Premio Nacional de Poesía, en el Certamen organizado por la Feria del Libro de San Nicolás -edición 1998-, en homenaje a los 250 años de la fundación de su ciudad natal. El jurado estuvo compuesto or los escritores Elena Cabrejas, Celia Fontán y Carlos Penelas




BALADA DEL CONFORMISTA

"Yo tampoco he elgido
pero no me quejo..."

Wislawa Szymborska



Es verdad,
mi mano derecha
jamás empuñó una espada
y arrasó
-con la voz tronando en su filo-
las aldeas de Smolenko.
De hecho, no he sido Napoleón.

Tampoco encendí los pentagramas de la historia
ya sordo, ya hidrofágico y maloliente
en una novena novedad de sinfonías.
Está claro, tampoco he sido Beethoven.

Jamás
mi espalda sostuvo una capa de terciopelos
cuyo extremo inferior rozara los pisos de un palacio
que la lengua de un paje
(desde otros tiempo)
se empeñó en limpiar.
Es obvio, no he sido Luis XIV, ni Eduardo VIII,
ni Carlos V, ni el zar Nicolás II,
ni siquiera esa inmensa cantidad de pajes
cuyas lenguas -hoy secas-
decoran las oscuras tumbas del servilismo.

Menos aún, he combinado colores
para plasmar con un pincel
el espanto de los ojos, de la muerte y la miseria
en las frías, sangrientas, apagadas calles de Guernica.
Como verán, no he sido Picasso,
empero -y a la realidad me remito-
bien pude ser uno de esos ojos,
una de esas muertes,
una de esas miserias,
que sólo son números
en el inventario monstruoso de los hombres.

En la larga lista del no ser
bien puedo decir que no he descubierto nuevos mundos,
ni mi pie fue el primero en pisar un satélite,
ni he muerto de un tiro en un teatro,
ni mi cuello colgó de una soga
luego de que una habitación se llenara de oro,
ni siquiera escribí un poema en los manicomios de Rouen,
St. Anne, Ville-Evrard y Chezal Benoit
(poemas que -por otra parte- el fuego se empeñó en deshacer).
Nunca dejé de llamarme por mi nombre
para ser el representante de Dios sobre la tierra.
Ustedes lo saben:
no he sido Colón, ni Amstrong, ni Lincoln,
ni Atahualpa, ni Artaud, ni esa larga chorrera de papas
retozando tras los muros de Castelgandolfo.

Es verdad, no he sido.
Para atestiguarlo,
firmo con mi nombre y apellido este poema.




(del libro "Palabra Lázaro"/ Yaguarón Ediciones, 2002)


Los escritores Miguel Ángel Migliarini, Piero De Vicari y Sebastián Olaso, éste último realizando el análisis del libro, en la presentación efectuada en el Salón "Constituyentes del '53" del Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás, el 14 de diciembre de 2002.


Parte del público en la presentación del libro.


Los traductores de los poemas, leyendo las obras traducidas y de figuración en el poemario.

Poemas del libro VICIO DE MANOS



"Vicio de manos"
Yaguarón Ediciones,octubre de 1999

(Mención de honor en el III Certamen Nacional de Libros de Poesía, organizado por la Fundación Acero "Manuel Nicolás Savio" -1993- cuyo jurado estuvo compuesto por los escritores Jorge García Sabal, Paulina Vinderman y Daniel Freidemberg





“Todo se cambia en fuego
y el fuego se cambia en todo...”
Heráclito

Entender a la poesía como un “fuego devorador” puede ampliar su esencia a ciertos confines solamente susceptibles, tanto mayor sea la quemazón que provoquen sus palabras.
Si esa llamarada, como bien pregona Casimiro de Brito, suele “oscilar entre el caos primordial y cierto deseo de transparencia” tendremos que añadir que la devastación no sólo quema, sino purifica.
Entonces, esa combustión arrasadora de la que habla el poeta portugués, no es más que una brasa que extiende un puente entre dos polos (creador-destinatario) generando la propagación de un eco cuyo lenguaje es un bien común, una ardorosa experiencia compartida.
Ese fuego (“inacabamiento, explosión, presentimiento, catástrofe” según Cioran) recrea un orden desde una concepción individual. Desde allí, la poesía transmite un conocimiento al ser que la emite y al que (bajo su virulento ropaje) la recibe.
Porque la poesía no es otra cosa que un eterno péndulo que fluctúa entre los avatares de sus sinceramientos y la efervescencia nutricia del que le brinda un sentido (real, falso, endeble o sólido) a su razón de ser.
El poeta de un fin/principio de milenio, aborda su realidad como si uniera (en su obra) los trozos de un universo cuya visión suele ser fragmentaria. Pedazo a pedazo reconstruye su relación con el mundo propiciando un acercamiento crucial entre objeto y sujeto, lo que equivale a decir: contemplar al unísono, las dos caras de una misma moneda.
Esta función del poeta (“modesta pero imprescindible” según Francis Ponge) lo coloca en una posición que lo excluye de toda banalidad.
El entorno es su frente de acción, o si prefieren, el punto de contacto entre sus cinco sentidos y ese “lenguaje esencial” (utilizo palabras de Aldo Pellegrini) que intentará un acercamiento más que epidérmico con el papel.
Lo que nos rodea inevitablemente nos modela, nos hace vulnerables a su influjo, pero al mismo tiempo nos otorga la posibilidad de ser fieles protagonistas de un medio que (por cercano) nos golpea.
De allí que Derek Walcott insista en un “perímetro” no tan elástico, donde debemos apuntar y disparar las palabras, para que ellas alcancen la veracidad de un testimonio.
Aún así, la vivencia poética, por estar enraizada en un contexto humano, no escapa a la universalidad de sus postulados.
Ejercemos nuestro derecho a la poesía, cuanto más buceamos en los “extremos mismos del lenguaje” es decir: responder a una época y erigirse en faro-conciencia-espejo de ese motor temporal que le da cuerpo.
Según palabras de su hermano Leónidas, Osvaldo Lanborghini opina que “el poema es una desgracia pasajera” y ciertamente lo es: no se puede enfrentar el caos pensando en salir ileso, sin desmoronar los cimientos que alguna vez se levantaron para sucumbir ante la mirada de nuestro ojo incisivo.

Piero De Vicari



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muerdo los ojos del címbalo y cae una furia de espermas, una delgada furia de espermas encadenados y tristes, tan tristes como la piedra enamorada de la sombra o tan encadenados como un sexo que niega su plusvalía de flujos y oscilaciones, de semillas indultando un número, lluvioso, exacto y monocorde, es decir: un número que representa ese cuchillo que clavamos todos, cuando la noche es un cerrojo de aceitunas (tímidamente asesinada) sobre el corazón del mar

11

la viejas paredes y los viejos cuadros, así como las viejas ventanas y los viejos muebles perecen en un latido, minúsculo e impar, como el alimento de los pájaros

26

dejo mi lengua sobre tu pubis y salen palomas de tu sexo, salen pequeños corales, pequeñas adivinanzas, salen voces y letras escondidas, salen muelles y pañuelos afiebrados y una copa y el color verde y todos los santos, todos los olores, todas las mareas y todos los hombres que he sido hasta mi lengua sobre tu pubis

30

tus piernas son un circo de elefantes exiliados de Bombay, perro un circo de elefantes perezosos y frívolos, algo parecido a mi cara después de la cerveza o simplemente el agrio culo de la muerte, descomunal y transitorio… tus piernas son un circo de elefantes exiliados de Bombay, ¡pobres animales: extraviaron el camino!

33

mas vale poema en mano que este destino ardiente, precipitado y triste

42

mi parentesco con la lluvia, proviene siempre de excesivos milagros


81

soy la parte inconclusa de un dios increado, adorador del fuego, las especies y el olvido, tanto o más por los ojos, el milagro o la palabra que una herida vaginal, trozo de piedra sin abismo, rastro y rostro acomodado al filoso puñal de mi garganta, rastro y rostro en la contingente desolación de lo que soy, rastro y rostro aún en lo distante y enamorado de tus formas: cuerpo de mujer, vicio de manos

98

plural de los plurales, de mote viracocha vago con mi astrolabio por las llanuras del hombre, no mido astros mido intenciones, ay de este verso destituido y ausente, ay de todos los versos que revelan el secreto de la luz y son la noche, viejas oscuridades como un seno en la noca de un anciano me resignan: los poetas que no hacen el amor con la poesía deberían estar bajo sospecha

99

porque la poesía es una inmensa vagina celestial, una prostituta cuida de sus dones y yo que me masturbo cuando no la veo…

105

tallar el hueso hasta volverlo vino, polvo, palabra florecida,
tallar el hueso hasta volverlo hueso y más hueso y más hueso y más hueso…

13

el poeta que describe la antimateria de los sueños, orienta sus ojos a través de la herida

18

aquel poeta que describió la antimateria y el cielo (de ahora en más llamado UNO) pretendió ser en su poesía el puente, la pierna y la voz, pero fracasó en su intento

25
UNO, contrariamente a todos los poetas, edifica el verbo tomando como base tres premisas elementales: el pie, la memoria y sus continuas elongaciones

35
DOS (que no es poeta sino filósofo) descree de las constancias orales, los manuscritos ditirambescos y las presuntas presunciones que se tejen lugeo de los cataclismos: los cree apócrifos

40
TRES (amigo de UNO) manifietsa: "escribo para los hombres del 2000", después hace una pausa y sonríe

46
UNO escribe su poema hexagonal:
(I) nunca sabremos
(II) que en la garganta
(III) el papel
(IV) es dueño
(V) de las muchas
(VI) estaciones

50
DOS (que no es poeta sino paleontólogo) descree de las dudas imprecisas , los logaritmos helicoidales, las mueles cariadas por constantes desaveniencias, los inviernos fatuos y las largas colas de los megalosaurios: los cree apócrifos

55
TRES (amigo de UNO) luego de la pausa y la sonrisa prosigue "evitemos los cerrojos, sus circunvalaciones, sus muchas dádivas, sus muchas obsenidades, evitemos los cerrojos..."

62
un barco invisible se desliza por los corredores, indaga su proceder póstuno, su locura de leño a la deriva, indaga y perece entre las aguas, como una boca indiferente, resquebrajada y sola (...fragmento de un poema de UNO)

68
DOS (que no es poeta sino oftalmólogo) descree de las luciérnagas nocturnas y salivales, de los becerros con erudiccón mamaria, de las afirmaciones que resultan congruentes, de los espermatozoides a la postre débiles y enfermizos, de las comidas mál sazonadas y los perros con ladrido unánime: los cree apócrifos

72
TRES (Amigo de UNO) intuye: "los cerrojos a partir del 2000 serán clausurados de por vida..."

76
UNO (que es poeta), DOS (que no es poeta sino lingüista), TRES (amigo de UNO) y el alquimista que muere ahogado, beben cicuta en honor del dios Esculapio: UNO la bebe en su poesía, DOS en sus pensamientos fabulados, TRES en sus orificios edípicos , y el alquimista para seguir viviendo...

95
UNO, DOS y TRES: idénticas tajadas de una misma periferia

Poemas del libro GATO DE PIEL LUNAR



"Gato de piel lunar"
Yaguarón Ediciones, noviembre de 1996







Debemos ser el pie, la brisa erecta.
Debemos ser la brisa, el pie erecto.

Debemos ser el núcleo,
la escritura ardorosa de los miércoles.
Debemos ser la escritura, el núcleo ardoroso.

Debemos ser el fuego,
la neblina translúcida del epigastrio.
Debemos ser la neblina, el fuego traslúcido.

Debemos ser el edecán,
la fuerza numismática del bronce.
Debemos ser el bronce, el edecán numismático.

Debemos ser el ósculo,
la miel pergueñada en oro íntimo.
Debemos ser la miel, el ósculo pergueñado.

Debemos ser el amarillo,
la lanza ensordecida de la menta.
Debemos ser la menta, el amarillo ensordecido.

Debemos ser el uno,
la congestión bilial, el cráter musitado.
Debemos ser al poesía
hecha por todos.